La recogida selectiva de residuos desde la economía informal

¿Quién recicla informalmente? | ¿Qué beneficios tiene esta actividad para la sociedad y el medioambiente? | ¿Qué obstáculos se encuentran las personas recicladoras? | ¿Cómo mejorar la situación de las personas que realizan reciclaje informal?

¿Quién recicla informalmente? El reciclaje informal es una actividad desarrollada por aquellas personas que buscan, mediante la recolección de residuos sólidos urbanos valorizables, generar un ingreso económico.

En la mayoría de las ciudades del mundo se pueden encontrar personas recogiendo, de manera informal, materiales valorizables que han sido desechados, con el objetivo de darles una segunda vida o de venderlos1. Se trata de una actividad muy presente entre aquellas personas que buscan generar un ingreso de manera autónoma, mediante la recolección de estos materiales.

La mayoría de las personas recicladoras se ven en la necesidad de adoptar el reciclaje informal como una estrategia de subsistencia frente a la pobreza, la precariedad y el desempleo. Con los ingresos obtenidos consiguen asegurar su supervivencia cotidiana y satisfacer ciertas necesidades básicas en materia de alimentación, vivienda, salud, educación y agua, entre otros (Maldonado, 2019).

Esta actividad tiene una presencia muy marcada en el sur global, en especial, en aquellas ciudades donde más residuos se generan, así como en los vertederos que se han formado en sus afueras. Es también en esta parte del mundo donde, por necesidad, más políticas e iniciativas se han desarrollado para regular la figura del reciclador/a informal.  

Las personas dedicadas al reciclaje informal suelen reunir una serie de condiciones sociales comunes. Estas circunstancias se caracterizan por la ausencia de un trabajo regularizado, la percepción de ingresos insuficientes para el sustento familiar o la falta de acceso a la seguridad social. Todo ello, convierte a la figura del reciclador/a en un sujeto vulnerable, que no percibe una compensación adecuada, ni por el material que recupera (precio del material), ni por el servicio de interés público que presta (pago por parte del municipio). Además, tampoco puede ejercer plenamente sus derechos.

«La mayoría de las personas recicladoras se ven en la necesidad de adoptar el reciclaje informal como una estrategia de subsistencia frente a la pobreza, la precariedad y el desempleo»

1 Las personas que recuperan residuos informalmente (waste-pickers) suponen, según estimaciones de las Naciones Unidas, el 1% de la población mundial (Gremi de Recuperació de Catalunya & Data Ambient, 2013).

¿Qué beneficios tiene esta actividad para la sociedad y el medioambiente? El reciclaje informal reemplaza gran parte de la gestión municipal de los residuos y favorece la circularidad en la cadena de valor de los materiales.

El trabajo de reciclaje informal supone, en primer lugar, una forma de obtener unos ingresos económicos que pueden ayudar a salir de la pobreza extrema a las personas que a él se dedican. Sin embargo, los beneficios de esta actividad van más allá de la remuneración que percibe la persona recicladora y tienen un impacto positivo tanto en la sociedad como en el medio ambiente.

El reciclaje informal contribuye a la reducción del volumen de residuos sólidos no recuperados y, en muchos casos, reemplaza parte del servicio de gestión de dichos residuos, que suele depender del municipio, generando ahorros en el presupuesto público para beneficio de la población y las arcas municipales.

Además, la labor de las personas recicladoras consigue recuperar el valor económico de residuos que ya lo habían perdido, gracias a su reintroducción en la cadena productiva, generando nuevos ingresos. Sin embargo, las personas recicladoras que trabajan en el ámbito informal acceden solamente a un porcentaje ínfimo del monto total generado por la comercialización final de los materiales reciclables en la cadena de valor del reciclaje (Maldonado, 2019), una cantidad, además, altamente inestable debido a las fluctuaciones en el precio de los materiales. 

¿Qué obstáculos se encuentran las personas recicladoras? La profesionalización de la actividad es el primer paso hacia un cambio en las condiciones de trabajo.

Insalubridad, falta de equipamiento, violencia, problemas de salud y ausencia de derechos laborales, estas son algunas de las adversidades a las que se enfrentan las personas dedicadas al reciclaje informal. Si bien el acceso de los y las recicladoras a un ingreso económico mínimo les permite combatir ciertos aspectos de la pobreza extrema, cabe resaltar que dicho ingreso no es suficiente en sí mismo para garantizar la superación de este problema estructural y asegurar el goce de condiciones de vida dignas y el pleno ejercicio de todos sus derechos.

La raíz del problema reside, en gran medida, en la falta de reconocimiento legal e invisibilización por parte de las administraciones municipales sobre la actividad de recolección que realizan estas personas. Por este motivo, es clave que los municipios diseñen políticas con un enfoque de reciclaje inclusivo.

En este sentido, existen algunas ciudades donde el proceso de regulación de esta actividad está más avanzado, como es el caso de Ciudad de Buenos Aires y Bogotá, mientras que en otras zonas del continente latino el reconocimiento institucional de la labor del reciclaje informal es prácticamente inexistente.

Dicha invisibilización está reforzando la tendencia general a limitar, imposibilitar y sancionar el ejercicio libre de esta actividad que constituye la única fuente de sustento de muchas familias. Esto se traduce en una persecución a las formas organizativas de los y las recicladoras, que se enfrentan a problemas de criminalización de su trabajo a la vez que ven como se generan sistemas y políticas de manejo de residuos diseñados sin su participación, consulta y consideración. Esto, añadido a la falta de concienciación ciudadana, obstaculiza el acceso seguro y cierto a los materiales reciclables y perpetúa situaciones como jornadas laborales de más de diez horas. Todo ello contribuye a hacer prevalecer una situación precaria, en la que las personas recicladoras no son vistas como un eslabón real en la cadena de valor del reciclaje (Maldonado, 2019) y pueden ser reemplazadas por actores públicos o privados externos.

¿Cómo mejorar la situación de las personas que realizan reciclaje informal? La profesionalización del servicio es el principal objetivo de los programas de ayuda a las personas recicladoras.

Los retos para mejorar la situación del reciclaje informal son mayúsculos, y se pueden dividir en diferentes fases de actuación, desde la definición de una línea de base, que sirva para conocer el estado de la situación, hasta el establecimiento de acuerdos con los grandes productores de materiales reciclables. Desde R4S, llevamos años trabajando en distintos procesos de formalización del trabajo de reciclaje, mediante la creación de modelos de negocio inclusivos. A continuación, repasamos los retos más importantes y vemos cómo los afrontamos desde nuestra organización.

Definir el estado de la situación actual es el primer paso imprescindible antes de tomar ninguna decisión. Para ello, es clave que el municipio recopile información en relación con la gestión de residuos sólidos, ya que estos datos ayudan a conocer la magnitud, las características y las condiciones de este colectivo (The Economist Intelligence Unit, 2017).

En este sentido, desde R4S, siempre realizamos un estudio propio de la línea de base, enfocado a conocer la situación de las personas recicladoras para poder proponer soluciones concretas que se adapten a sus necesidades e inquietudes. Para realizar este proceso, usamos herramientas como los censos y las entrevistas con enfoque socioeconómico, los grupos focales y el análisis de datos.

En base a las necesidades detectadas, elaboramos y ejecutamos programas de capacitaciones para las personas recicladoras −y también realizamos formaciones específicas con enfoque de género− para que puedan desarrollar su trabajo de forma más segura y eficiente, prestando un apoyo constante al equipo directivo de las asociaciones. Por otro lado, realizamos capacitaciones a técnicos municipales sobre sistemas de gestión de residuos con inclusión de recicladores y recicladoras.

«Desde R4S, llevamos años trabajando en distintos procesos de formalización del trabajo de reciclaje, mediante la creación de modelos de negocio inclusivos»

Paralelamente a las capacitaciones, también es necesario promover el desarrollo de asociaciones de personas recicladoras. En este caso, se trabaja en el registro del negocio, en la obtención de uniformes y material de protección personal para las personas trabajadoras, en la creación de rutas de recolección y en el establecimiento de acuerdos con la administración pública. Es fundamental contar con normativas y políticas que integren a la figura del reciclador/a en la gestión de residuos sólidos a través de contratos u otros mecanismos y reconocer legalmente su profesión. Así, se consigue tener organizaciones legalizadas y correctamente equipadas, que puedan desarrollar su trabajo de forma segura y reglada.

Una vez establecidas estas condiciones mínimas para que la persona recicladora pueda realizar su labor, se puede seguir trabajando para mejorar su posición y favorecer su ascenso en la cadena de valor. Para ello, desde R4S trabajamos con un análisis previo de esta cadena, a partir del cual desarrollamos un plan de negocio y promovemos la obtención de maquinaria industrial que permita procesar el material recolectado. Para los y las recicladoras de base, incrementar el acceso y almacenamiento del material reciclable son pasos importantes para aumentar los volúmenes de comercialización.

Por último, fomentar la participación de la ciudadanía en el reciclaje es esencial, pues se trata del principal generador de residuos sólidos. La falta de información sobre reciclaje por parte de la ciudadanía resulta en una escasa separación de residuos en el origen y en obstáculos para los recicladores al acceder a los materiales reciclables. En este sentido, colaboramos en la mejora del acceso a nuevos materiales reciclables, algo que se favorece mediante campañas de sensibilización ciudadana que ayuden a incrementar las tasas de separación en la fuente, generando incentivos y trabajando en la concienciación pública respeto a la importancia de reciclar y de la figura del reciclador/a.

Además, buscamos establecer acuerdos con los principales productores de materiales reciclables (mayoritariamente de PET), con el objetivo de favorecer precios de compra más estables. Asimismo, buscamos nuevos mercados para los materiales reciclados, que permitan mejores condiciones de venta, con precios más altos y con menos fluctuación. También promovemos la inserción de las organizaciones de personas recicladoras creadas dentro de los sistemas municipales de gestión de residuos.

Todo ello permite conseguir unas mejores condiciones de trabajo: más seguras, más estables y con mayor cobertura legal. Adicionalmente, se puede dar un soporte extra a las personas recicladoras, favoreciendo la conexión entre las asociaciones y los programas sociales, facilitando la inserción en programas de emprendimiento y esquemas de trabajo, o promoviendo el acceso a tratamientos médicos avanzados −en los casos que sea necesario−, favoreciendo, en definitiva, una mejora en la calidad de vida general de las personas recicladoras.

Si tu organización está interesada en apoyar un proceso de formalización de personas recicladoras, puede ponerse en contacto con nuestra agencia.

Fuentes de información:

A. Alainz, C. Schaeffer., 2017. Análisis de políticas públicas para el reciclaje inclusivo en América Latina.

The Economist Intelligence Unit, 2017. Avances y desafíos para el reciclaje inclusivo: evaluación de 12 ciudades de América Latina y el Caribe.

Datambient, 2013. Diagnosi ambiental, social i econòmica de la compra de residus metàl·lics a particulars a Catalunya.

K. Benson, N. Vanga-Mgijima. Organizando en las calles: Un estudio de recicladores en las calles de Ciudad del Cabo.

A.R. Maldonado, 2019. La situación de los derechos humanos de la comunidad recicladora en América Latina: un reclamo urgente por respeto a través de estándares internacionales.